Recientemente releí un artículo de Hart of Compassion sobre la honestidad y como mantenerla viva, valió la pena volver a leerlo. Me empujó a terminar de escribir algunos pensamientos acerca de la integridad que he tenido bajo la manga por un rato.
Definición del diccionario para integridad: Adherencia a principios éticos y morales; firmeza de carácter moral; honestidad.
Una de las cosas que más amo de los antiguos Kadampas es su integridad. Daba la impresión de que practicaban el Dharma como si nadie los estuviera viendo, simplemente porque es valioso, sin la desviación de ninguna preocupación mundana. (Las 8 preocupaciones mundanas son apego al reconocimiento, al placer, la buena reputación y la riqueza, y miedo o aversión a lo contrario).
Hace algunos años, cuando estaba a punto de iniciar un retiro bastante largo, un amigo me dijo: “¡Vas a poner un gran ejemplo!” Recuerdo haber pensado y contestado, “En realidad, yo no quiero dar un ejemplo. Yo solo quiero practicar como si nadie me estuviera viendo”. No se si ese pensamiento fue una evasión o no, pero si sé que en su momento me ayudó a gozar muchísimo el retiro.
Aunque obviamente dar un buen ejemplo puede ser de ayuda, es contraproducente si hay pretensión u ocultamiento inmiscuidos. (¿Quizá sea mejor ser un buen ejemplo que darlo?). Si busco alguien para inspirarme o aconsejarme, por ejemplo, no me preocuparían sus faltas, en sí mismas, porque todos las tenemos. Lo que si destruiría mi confianza en su habilidad para ayudarme sería si pareciera que no le importaran o creyera que no las tiene, peor aún, si estuviera tratando de ocultarlas u orgulloso de ellas. (Los demás probablemente evalúan nuestros consejos siguiendo el mismo criterio).
Un Bodhisattva promete trabajar por el beneficio de todos los seres sin pretensión o engaño. Estas son algunas definiciones útiles de Comprensión de la Mente (Donde puedes leer todo lo que gustes acerca de ellas) que me han ayudado a entender lo que es la integridad y aspirar a ella, ya que parece estar libre de estas actitudes.
La pretensión se define como “el factor mental perturbador que, motivado por el apego a las riquezas o buena reputación, desea pretender que tenemos cualidades que no poseemos”.
La Ocultación se define como “es el factor mental perturbador que, motivado por el apego a las riquezas o buena reputación, desea ocultar a los demás las propias faltas”.
Si tenemos riquezas o reputación, tenemos que ser muy cuidadosos en particular porque tenemos el terreno necesario para que el apego surja todos los días – tratando de mantener nuestra riqueza o popularidad, temiendo perderlos. Nuestro comportamiento ya no sería integro si estuviera motivado por estas preocupaciones y los resultados no serán tan buenos como pudieran ser, incluso si presumiblemente están ayudando a muchísimas personas.
Aquí hay una definición también muy buena:
La definición de satisfacción propia es “el factor mental perturbador que observa nuestra propia belleza física, riquezas u otras buenas cualidades, y al estar preocupado solo por ellas no se interesa por nuestro desarrollo espiritual”
Si estamos tomando en cuenta entre “nuestras buenas cualidades” el hecho de que ahora todos nos quieren, alaban y hace lo que pedimos, desarrollamos un engreimiento espiritual, que significa que después de años de supuesta práctica y ejemplo no hemos dado un paso real hacia la liberación o iluminación.
CANGREJOS EN UNA CUBETA
Si pones un cangrejo en una cubeta y este puede trepar y salirse de ella, ¡treparía y se saldría! Pero si pones dos cangrejos en la cubeta, cuando uno de los cangrejos trata de trepar, el otro lo jala de regreso al fondo de la cubeta. (Parece que así es, yo nunca lo he intentado.) Ninguno podrá escapar. No importa que sea posible escaparse, los cangrejos impedirán entre ellos mismos que alguno pueda lograrlo. Probablemente algunas veces no creemos en la idea de nuestro potencial ilimitado y en su lugar tenemos una sensación de celos o inseguridad pensando que el éxito de alguien más va a disminuir el nuestro. Con esa mentalidad, incluso si no estamos muy conscientes de ella, si vemos que otros tienen adelantos de manera natural si es inconsciente, encontraremos la manera de meterles el pie, o por lo menos experimentaremos el mas innoble de los sentimientos, alegría por la desgracia de los demás, en el momento en que los veamos caer.
Sin embargo, no nos metemos el pie unos a los otros para retenernos en samsara tan solo al criticarnos, menospreciarnos o regocijarnos en las desgracias de los demás. Creo que somos retenidos en samsara de manera mucho más efectiva cuando las personas nos bañan de expresiones de adulación, poder y regalos, especialmente si los tomamos muy en serio y nos compramos la idea. Las palabras de fama y los halagos no sirven para que avancemos en nuestro camino espiritual, especialmente si nos volvemos dependientes de éstas para sostener nuestra imagen y autoestima. Como dijo Venerable Atisha en su Consejo por excelencia para los Kadampas que aspiran a ser practicantes sinceros y pasan el tiempo pretendiendo algo que no han logrado:
Las palabras de alabanza y celebridad sólo sirven para engañarnos; por lo tanto, libraos de ellas como si os sonarais la nariz.
La ganancia y el respeto son los lazos que tienden los maras; por lo tanto, echadlos a un lado como si fueran piedras en vuestro camino.
Yo estuve una vez sobre un pequeño pedestal debido a la posición que tenia en ese momento – no en un enorme pedestal como el de Nelson en Trafalgar Square, más bien como uno de esos pilares de plástico de un pie de altura en el área de juegos de Mc Donalds, pero que de cualquier forma sigue estando no precisamente al nivel del campo de juego. Cuando fui empujada fuera de mi pedestal (como nos sucede a todos tarde o temprano), tomé muchisima inspiración de los antiguos Kadampas, y sigo haciéndolo. Los antiguos Kadampas ocultarían sus mejores cualidades a la vista de los demás. Por fuera fueron un ejemplo puro practicando la disciplina moral motivados por el anti-apego y el contentamiento, por dentro ellos estaban motivados por una vehemente bodhichitta, y de manera aún más profunda y secreta, por dentro descansaban en el gozo y la vacuidad del Tantra.
No se trata de lo que haces sino de porqué lo haces. No existe algo como una actividad ordinaria sin una mente ordinaria. Con una mente ordinaria, incluso las actividades que parecen puras tendrán resultados ordinarios.
La segunda parte viene en camino en un blog cerca de ti. Mientras tanto, en lo que regreso contigo ¿Estás de acuerdo con esto o no?